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Los 12 Principios de la Permacultura

Los 12 principios de la Permacultura se utilizan para solucionar problemas de diseño, lo que permite acercarnos más a nuestra visión y sostenibilidad. En realidad, existen entre 4 y 40 principios, pero aquí te describimos los principales y los más versátiles para que puedas aplicarlos a tus problemas concretos.

principios de la permacultura pernacultura
Índice

1. Observa e interactúa

Para la creación de sistemas con bucles cerrados, tenemos que observar cómo se relaciona cada elemento entre sí, ya que dependiendo de la colocación de uno y de otro, pueden crear relaciones para beneficiarse entre ellos mismos.

Diseñar y colocar elementos de interconexión funcional te permite acercarte más al lema: realizar el mínimo mantenimiento, para producir el máximo rendimiento. ¿No te parece genial poder usar este principio para que la Naturaleza trabaje para ti y produzca abundancia de alimentos?

Un ejemplo: siempre hay una cara de la casa que capta más luz solar debido a su posición, significa que esa luz solar rebota en la pared de la casa en forma de luz y calor… ¡la podríamos aprovechar! ¿qué te parece si colocaras algún elemento que necesite un extra de luz y calor? Un invernadero (Ver en Amazon), alguna planta específica para ese microclima, etc.

Observa a tu alrededor para descubrir relaciones escondidas entre los diferentes elementos y pregúntate si tiene sentido ese elemento allí, o qué pasaría si lo colocarás en otro sitio. ¡A descubrir tesoros!

2. Coloca elementos multifuncionales

¿Verdad que si tuvieras que escoger entres dos elementos, uno que pueda hacer 2 cosas, y otro que pueda hacer 4, escogerías la que puede hacer 4 cosas a la vez? No tiene sentido tener un elemento para cada necesidad si podemos usar un elemento que pueda cubrir varias de nuestras necesidades.

Un ejemplo: si quieres cubrir parte de la casa con algún elemento que tape la vista para así poder tener intimidad, ¿qué escogerías? ¿Plantar unos setos de frutales variados para disfrutar de sus frutos y además tapar la visión de cualquier curioso o, poner una tabla de madera que apenas puede tapar la vista?

árbol frutal seto permacultura

Usa elementos con funciones múltiples para obtener más rendimiento y aprovecha al máximo cada uno.

3. Protege los elementos básicos

¿Serías capaz de sobrevivir si toda tu zona quedara sin suministro de alimento ni agua durante 2 semanas?

Por ejemplo, un elemento básico es el agua, tanto para nosotros como para las plantas, por lo que si es tan imprescindible, ¡protégelo! Tén agua almacenada en bidones de lluvia (Ver en Amazon), en tanques de almacenamiento de agua, cisternas, etc.

Si aplicas este principio al inicio de tu proyecto, es decir, durante el diseño, te ayudará a mejorar la resiliencia y adaptabilidad de tu proyecto para seguir adelante con mayor facilidad.

Este sistema de pensamiento te hará más fuerte y adaptable a diferentes situaciones emergenciales que puedan surgir y que te afecten directa o indirectamente como corte del servicio o desastres naturales, lo que te permitirá seguir adelante independientemente de esos problemas.

4. Planificar para tener rendimiento

El objetivo de este principio es planificar un sistema de tal manera que puedas aprovechar al máximo el rendimiento del mismo, sin quedarte en ningún momento sin producción.

planificando huerto permacultura

Esto significa que tienes que tener en cuenta lo que quieres plantar y cuánto tiempo tarda en dar frutos, para así poder ir consumiendo y administrar toda la comida que la naturaleza produce.

A continuación mostramos un ejemplo de diseño optimizado en rendimiento:

Primer año Plantas anuales
Segundo año Plantas anuales + bayas
Tercer año Plantas anuales + bayas + árboles frutales
Cuarto año Plantas anuales + bayas + árboles frutales + setas cultivo
Entre 5-10 años Plantas anuales + bayas + árboles frutales + setas cultivo + frutos secos + madera de troncos pequeños

5. Primero pequeño pero intensivo

Uno de los primeros pasos es aprender a cultivar intensivamente en el menor espacio posible y que te lo permita tu situación, ya que no es lo mismo hacer un huerto urbano en tu balcón, que tener 500m2 de terreno para cultivo.

Si después quieres ampliar la zona de cultivo, podrás aprovecharte de todos los aprendizajes obtenidos a pequeña escala, ya que no es lo mismo cometer un error en un huerto de 100m2, que en uno de 1000m2.

gente cultivando huerto plantas ecológicas

Se trata de obtener rendimiento de la tierra, es decir, que en el espacio que estés cultivando, lo estés aprovechando al 100%, produciendo comida. También puedes preguntarte qué pasaría si lo que vas a aplicar no funciona, ¿el coste sería muy alto? ¿Podrías hacer lo mismo pero a pequeña escala y aprender a un coste mucho más bajo si tu plan fracasa?

6. Observa e imita la Naturaleza

Para aprender hay que observar a quien sabe, y para eso, la mejor opción es simplemente observar la Naturaleza. Gracias a la observación aprenderás a ver las buenas relaciones que existen entre las diferentes plantas, usando el mismo ejemplo en el huerto, podrás beneficiarte de la sincronicidad y conexión que ofrecen las plantas mútuamente.

Por ejemplo, si observas el bosque, te darás cuenta de que la tierra que pisas tiene una gran capa de materia orgánica en descomposición, lo que permite retener la humedad del suelo y protegerlo de los rayos solares directos del sol. Todo ello ayuda a producir microorganismos, vida y fertilidad a la tierra.

Aplica lo mismo al suelo de tu huerto, coge unas astillas de madera o paja y recubre tu suelo para retener la humedad de la tierra y protegerla del sol. Además, ayudará a que no salgan las famosas «malas hierbas».

7. Biodiversidad en tu huerto

Observando la naturaleza también te darás cuenta de que está llena de diversidad, tiene un gran número de insectos, plantas medicinales, animales, microbios, árboles frutales, árboles creadores de biomasa, etc.

mariposa biodiversidad permacultura huerto urbano

Lo único que se consigue haciendo monocultivos (cultivar una misma especie una vez tras otra sin respetar la recuperación de la tierra) es explotar la tierra permitiendo que dichas plantas acaben con el mismo alimento que consumen y provocando la atracción de depredadores en masa, llamadas plagas, que no son naturales, ya que en la naturaleza, los depredadores no se encuentran un monocultivo.

Además, cuando esto sucede, el agricultor tradicional cree que tiene que combatir con productos químicos que acaban con la poca vida microbiótica que hay en la tierra de monocultivos.

Esto es aplicable a toda escala, es decir, si tienes una parte del huerto sólo de un mismo tipo de árboles frutales como, por ejemplo, el manzano, entonces planta diferentes variedades de manzanos. De esta manera conseguirás más resiliencia y adaptación si tus huerto de manzanos es atacado por alguna enfermedad.

Recuerda, añade también diferentes variedades de árboles frutales para conseguir una resiliencia más general, ya que si todos los manzanos resultan afectados, siempre tendrás otras opciones para soportar la pérdida de la producción.

8. Usa tu creatividad para solucionar problemas

Cuando surja un problema, usa tu creatividad, es decir, tienes que pensar desde puntos de vista que no habías visto antes, por lo que tienes que estar, al menos, abierto a recibir dichas ideas completamente nuevas.

Cuestiona desde los máximos puntos de vista que se te ocurran, y cuando encuentres una posible solución, pónla en duda, pregúntate si realmente lo único que soluciona es el problema a corto plazo, pregúntate si ésta posible solución afecta en algún sentido en alguna otra parte, pregúntate incluso si vale la pena resolver el problema. Gracias a tu honestidad descubrirás soluciones creativas a tus problemas, o mejor dicho, oportunidades.

9. Cada elemento, en harmonía con la Naturaleza

Si alguno de los elementos no está en harmonía con la Naturaleza y sufre estrés, lo único que conseguirás es más trabajo para ti.

Si una planta está evolucionada para crecer en un ambiente específico, bajo unas condiciones climatológicas únicas, de nada sirve ponerla fuera de cualquiera de estas condiciones, ya que se stresará, no producirá buenos frutos y no tendrá buenas defensas contra sus depredadores u hongos.

Fíjate en la temperatura, humedad, luz, calor, viento, si está en tiesto o no, en qué tipo de tierra o si tiene espacio para crecer.

10. Los bordes, una oportunidad permacultural

Los bordes es el encuentro entre dos límites de dos cosas diferentes, como por ejemplo: tierra-agua, campo-bosque, límite de dos tierras, etc. Esto significa que depende de las combinaciones del borde, éste resultará beneficioso o perjudicial.

Por lo tanto, debes incrementar los bordes beneficiosos y que no te reportan mucho trabajo, y minimizar los problemáticos o que te den mucho trabajo.

Por ejemplo, puedes crear un borde redondo en vez de perpendicular, lo que hará aumentar el acceso a más partes del huerto y aprovechar cada espacio disponible con diseños eficientes.

11. Reciclar energía, ser sostenible

Aquí entra en juego el concepto de la creación de «Bucles Cerrados», es decir, aprovechar al 100% una energía y después volver a usarla una y otra vez, hasta que podamos.

A parte, tienes que valorar si esa energía que vas a consumir contamina o no. Pregúntate cada vez que quieras tirar algo a la basura, ¿qué siguiente mejor uso le podrías dar antes de tirarlo?

Usa la gravedad para usarla a tu favor y guiar el agua de lluvia con canalizaciones hacia depósitos de almacenamiento de agua (Ver en Amazon), también puedes utilizar la tierra como un gran depósito de agua para que se infiltre a tu huerto, o también puedes aprovechar los desechos vegetales para realizar compost y aumentar la fertilidad de tu tierra, hay muchas maneras e infinitas posibilidades de reciclar si usas tu parte creativa.

12. Aplica la Autorregulación y Acepta la Retroalimentación

Elimina toda aquella actividad innecesaria que no esté ayudando a que el sistema pueda seguir funcionando correctamente. Observa y aprende cómo funciona en la naturaleza las retroalimentaciones para así diseñar sistemas independientes que se autorregulan ellos mismos.

Un buen ejemplo de este principio sería un lago o estanco para peces y algas, así puedes filtrar toda el agua que llegue al estanque para poder usarla y retenerla más tiempo en tu terreno. Además, ayuda a atraer mucha biodiversidad.

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